Paola Díaz Gómez

Por Laura Sepúlveda Velázquez
26 Mayo 2014
Por tres años consecutivos, Paola Díaz Gómez se ha proclamado campeona en la prueba de triatlón de la Universiada Nacional.
Sus logros no se limitan a la competencia estudiantil, sino son parte de otras metas alcanzadas, tanto en justas nacionales como internacionales. Esto la coloca como una integrante de la selección nacional de la especialidad.
Para la estudiante de Cultura física y deportes, del Centro Universitario de Ciencias de la Salud (CUCS), el triatlón es una forma de vida, ya que si la práctica de un solo deporte en ocasiones resulta complicado, combinar tres disciplinas con una carrera académica es una verdadera proeza.
Con 22 años de edad, los sueños y retos de Paola son muchos. El más significativo, y al que cualquier deportista aspira, es acudir a los Juegos Olímpicos, y ella trabaja para alcanzar la meta.
¿Cuándo iniciaste con la práctica del triatlón?
Hace seis años y medio. Estaba en natación y me gustaba correr. Corría y nadaba. Mi entrenadora se enteró de los acuatlones, y se fue metiendo a ese mundo. Así conocí el triatlón. Me empezaron a invitar. Me daba miedo, porque en el duatlón de una olimpiada vi muchas caídas y dije: nunca voy a subirme a una bicicleta. Me fueron animando y se dieron las cosas platicando con mis papás. Mi abuelito tenía unas bicis viejísimas y empecé poco a poco. En mi familia nadie lo practicaba y no lo conocían.
¿Cuáles han sido tus resultados más importantes?
El tricampeonato de Universiada Nacional, un Campeonato Iberoamericano el año pasado, un tercer lugar en una copa del mundo en 2012, un tercer lugar en la Universiada Mundial, un primer lugar en la categoría junior de una Copa Mundial de Acuatlón.
¿Con qué sueñas?
A corto plazo la meta son los Juegos Centroamericanos y del Caribe, en noviembre, en Veracruz. Estamos buscando un lugar. El próximo año competir en Juegos Panamericanos de Toronto y en dos años los Juegos Olímpicos de Brasil. Todo está enfocado a eso.
¿Qué representa el triatlón en tu vida?
Todo, todo es en torno a eso. Mis horas de sueño, mis comidas, mi entrenamiento, la escuela, salir con mis amigos, todo depende del tria-tlón. Es un estilo de vida que vas adoptando, y me gusta. Al principio fue difícil la adaptación, especialmente cuando sólo nadaba. Eran dos horas y ahora son dos horas para cada disciplina.
¿Cómo te imaginas en el plano profesional?
Mi vida es todo triatlón por el momento. Después me gusta de todo, excepto la política. Si quiero lograr un cambio, tendría que hacerlo yo. Me gustaría ser entrenadora y llevar a mis alumnos por el buen camino, como mi entrenador Donato Barbosa, que nos ha sabido guiar.