Los movimientos estudiantiles han traído consigo beneficios para las juventudes en distintos países de Latinoamérica, consideraron líderes universitarios; pero también expusieron que hay retos que se pueden superar conociendo las problemáticas de otras naciones y cómo sus estudiantes participaron al exigir sus derechos.
Durante el panel “Movimiento estudiantil latinoamericano, 55 años de lucha y resistencia”, como parte del Encuentro Latinoamericano y Caribeño Juventudes en Resistencia, organizado por la Federación de Estudiantes Universitarios (FEU), líderes estudiantiles de México y otras naciones latinoamericanas debatieron en torno a los problemas esenciales de cada país en los últimos años y la participación de los universitarios en su resolución.
El Presidente de la FEU, Javier Armenta Araiza, recordó que en México las luchas por los derechos sociales se acentuaron a inicios de 1900. Uno de los resultados de estos movimientos fue el acceso a la educación y la creación de instituciones educativas y universidades en el país.
Mencionó que con la creación de las instituciones educativas se generaron movimientos estudiantiles que en Sudamérica han logrado objetivos como el acceso gratuito a la educación y la autonomía de las universidades, pero que su participación puede trascender a otros ámbitos de la sociedad.
“Las y los estudiantes desempeñamos un papel muy importante no sólo en los temas que son meramente educativos, como la gratuidad o el aumento de la matrícula; jugamos un papel social trascendental que nadie en la sociedad puede hacer”, dijo.
Regiones unidas por la educación
El acceso a la educación superior es un factor que impulsa la lucha por los derechos sociales, declaró Verónica Tenería Mendieta, representante de la Red Social para la Educación Pública en Latinoamérica; sin embargo, agregó, el papel de los movimientos universitarios llega más allá y puede generar más beneficios para la sociedad.
“El movimiento estudiantil no sólo pelea por condiciones para sí mismo o sus universidades, también se involucra en las tareas de corte nacional: cómo reconstruir una nación, cómo poner a las y los profesionistas al servicio de las necesidades y problemáticas del pueblo”.
Dijo que las acciones de estos movimientos no se limitan a las aulas, sino que en la historia se puede observar la participación de universitarios y maestros, acciones que detonaron cambios políticos en sus regiones.
Aarón Noé Verduzco Beltrán, vocero de la Confederación Nacional de Estudiantes Mexicanos, enfatizó que las universidades públicas deben de convertirse en sitios donde el conocimiento y la historia se conjunten para dotar de libertades a los estudiantes, y así se genere una sociedad más crítica, democrática y autónoma.
Bianca Borges, Secretaria de la región Sur de la Organización Continental Latinoamericana y Caribeña de Estudiantes (OCLAE), añadió que los resultados de los movimientos sociales no sólo se manifiestan en más derechos sociales, sino que en Brasil, por ejemplo, ayudaron a la democratización de la educación.
“En mi país, Brasil, por mucho tiempo las universidades estaban reservadas como un derecho para los estudiantes más ricos, entonces fue una época de más de 60 años antes de garantizar políticas de inclusión que hicieron posible que estudiantes más pobres, mujeres, afrodescendientes e indígenas pudieran acceder a las universidades”, subrayó Borges.
Añadió que los estudiantes universitarios brasileños conquistaron el acceso a varios derechos, sin embargo, con las decisiones de los gobiernos actuales se han limitado esos beneficios, pero ya se trabaja en hacer peticiones para destituir a los gobernantes que atentan contra el acceso gratuito a la educación.
Problemáticas que se comparten
Aunque cada país latinoamericano tiene sus problemáticas específicas, Engerly Cuevas, representante de la región andina de la OCLAE, señaló que aún existen países y regiones que obstaculizan las luchas de los jóvenes.
“Entendemos que estamos para revolucionar y transformar, no para sentarnos en un poder y controlar, como aquéllos que no lo entendían y no nos pretendían dejar avanzar”, declaró.
Dijo que en su país, Venezuela, existen pocas condiciones para que los jóvenes participen en las luchas sociales, una situación que también se puede observar en naciones como Cuba y Nicaragua, y llamó a que los estudiantes de todos los países intercambien experiencias para consolidar los derechos de las sociedades.
“Resistir ataques, sanciones, bloqueos, maltratos, pero sin perder ese enfoque. Es necesario que esta juventud tenga claridad del momento histórico que se está viviendo. Es necesario ir más allá de una simple lucha en un salón de clases, es luchar también por la sociedad, por la igualdad social”, concluyó.
Atentamente
"Piensa y Trabaja"
"Año del legado de Fray Antonio Alcalde en Guadalajara"
Guadalajara, Jalisco, 1 de julio de 2021
Texto: Pablo Miranda Ramírez
Fotografía: José Díaz