Ante la contaminación por arsénico que presentan estados como Jalisco, la doctora Ruth de Celis, investigadora del Centro Universitario de Ciencias de la Salud apremió a no emplear este metaloide para preservar la madera, ni en la formulación de pesticidas, así como a mejorar los sistemas de potabilización del agua.
Después de su conferencia “Efectos adversos por exposición crónica al arsénico”, la también estudiosa del Centro de Investigación Biomédica de Occidente, apuntó que Jalisco, Durango y Zacatecas son los estados en México más contaminados por este elemento que puede comportarse como metal y a veces como no metal.
La presencia de arsénico en nuestra entidad se da de forma natural porque el suelo está enriquecido por éste. Además, en otras entidades es empleado en diversos procesos como la fabricación de muebles y calzado, cuyos residuos son arrastrados por los cuerpos de agua y dispersados en la entidad.
“También hay algunos municipios donde se fabrican muebles, y la contaminación se va al río Lerma Santiago, por lo que estamos expuestos a esa polución que se dispersa en el medio ambiente”, dijo ante estudiantes y académicos del Instituto de Neurociencias del Centro Universitario de Ciencias Biológicas y Agropecuarias.
Ruth de Celis explicó que las vías de exposición a este metaloide son: oral (agua, alimentos y medicamentos, sobre todo homeopáticos), respiratoria (ambiental y tabaquismo) y dérmica (agua, suelo y medicamentos).
Algunas de las patologías que puede inducir la exposición crónica al arsénico son lesiones y hasta cáncer de la piel. Otros males que genera éste y otros contaminantes son pulmonares, vasculares, diabetes mellitus II y lesiones en el hígado.
“Nosotros hemos detectado en El Salto y Juanacatlán, en los estudios que hemos estado haciendo en los últimos tres o cuatro años, que hay muchas personas que tienen cirrosis sin tener el antecedente de ser alcohólicos, ni tampoco una infección viral. Otra cosa que hemos visto con mucha frecuencia es la insuficiencia renal crónica en pacientes que son verdaderamente jóvenes, incluso menores de 20 años”, dijo.
Ruth de Celis invitó a la población a no comer diario los mismos alimentos a fin de que el organismo pueda depurarse: “Por ejemplo, no es bueno comer todos los días arroz, mariscos y pescados, donde se encuentra mayor presencia de arsénico, no tomar agua de la llave y consumir mucho cítrico a finales del año”.
“Entonces, si uno tiene una alimentación más variada, acopia menos tóxicos”, dijo, y agregó que es importante que la ciudadanía tenga esta información para que “empiece a tener otros hábitos de alimentación y ya después, procurar tomar más agua de buena calidad, para ayudarle al organismo a deshacerse de cosas que no son buenas para la salud”.
Guadalajara, Jal., 24 de octubre de 2012
Texto: Eduardo Carrillo
Fotografía: Abraham Aréchiga
Edición de noticias en la web: Lupita Cárdenas Cuevas