Estudiantes del Centro Universitario de Ciencias Económico Administrativas (CUCEA) reconocen que han sido víctimas o victimarios de ciberbullying, afirmó el doctor Claudio Carrillo Navarro al dar a conocer resultados de la investigación Incidencia de maltrato presencial y los procesos de acoso en el ciberespacio entre estudiantes de CUCEA, que contribuye a desmitificar que el acoso escolar se da solo a niveles preescolar a medio superior, donde se concentra el grueso de las investigaciones sobre el tema.
El estudio, realizado en el calendario 2014-A con base en redes sociales como Twitter y Facebook, es encabezado también por la doctora María Teresa Prieto Quezada, por parte del CUCEA y por el doctor Luis Antonio Lucio López, de la Universidad Autónoma de Nuevo León.
De una muestra de 2 mil 493 alumnos (hombres y mujeres) de primero a décimo semestres de las diferentes licenciaturas del CUCEA, 38 % reconoce que ha recibido insultos en redes sociales; 15 % reporta haber sido amenazado; 29 % haber sido ridiculizado; 21 % que otros escriben palabras ofensivas en su muro; 18 % que le han robado su contraseña; 22.5 % ha reportado frases que lo han hecho sentirse acosado sexualmente y 4% denuncia la difusión de fotografías íntimas con fines de dañarlo.
32 % De todas las agresiones tienen origen en conflictos dentro del ámbito escolar. De cada diez casos, en seis es identificado el agresor, detalló Carrillo Navarro. El académico explicó que suele suceder que las víctimas pasen a ser agresores como un mecanismo de defensa y protección. Hay muchachos que prefieren transitar de un estado a otro para disuadir la situación en la que se encuentran.
Detalló que 26.9 % reconoce haber insultado en las redes sociales; 5.8 % reporta haber amenazado a otro; 26.1 % haber ridiculizado; 13.8 % que ha escrito palabras ofensivas en el muro de un compañero; 8.5 % que ha robado contraseñas; 8.8 % que ha escrito palabras para acosar sexualmente; 2.6 % reconoce que ha difundido fotografías íntimas de sus compañeros con el propósito de causarle daño y 1.9%, que ha difundido videos.
Entre estudiantes del sexo femenino son frecuentes los chismes para ejercer violencia sobre otra, y “no porque sea una característica propia de su género, sino porque se encontró que es más recurrente entre mujeres”, aclaró el investigador. En cambio, entre los hombres son frecuentes los insultos y las amenazas.
La violencia entre iguales conlleva el deterioro de la imagen. Esto tiene lugar en personas vulnerables, que llegan a requerir de apoyo profesional, y puede incidir en el aprovechamiento escolar, determinar en un momento dado que un joven deserte de la universidad; incluso existe el peligro de que las víctimas puedan ser orilladas al suicidio.
Carrillo Navarro señaló que los talleres enfocados en el tema, las tutorías e incrementar las instancias de apoyo psicológico son medidas que podrían dar resultado para reducir el bullying entre jóvenes y detectar situaciones de riesgo.
En el CUCEA, específicamente, se trabaja con los procesos tutoriales, en particular en los órdenes psicológico-social y afectivo, con aspectos del desarrollo humano y de la personalidad, para que en un momento dado los tutores, más allá de la parte académica, tengan las facultades y las habilidades para derivar a los alumnos a las instancias que correspondan.
A T E N TA M E N T E
“Piensa y Trabaja”
Guadalajara, Jal., 11 de febrero 2015
Texto: Martha Eva Loera
Fotografía: Abraham Aréchiga