En la semana epidemiológica que va del 31 de marzo al 6 de abril, la Secretaría de Salud reportó 108 casos de tuberculosis respiratoria en personas del sexo masculino y 66 casos del femenino, en Jalisco, informó Gabriela Guadalupe Carrillo Núñez, jefa del Departamento de Microbiología y Patología, del Centro Universitario de Ciencias de la Salud (CUCS).
La bacteria Mycobacterium tuberculosis es la responsable del mayor número de casos de tuberculosis. Por su parte la Mycobecterium bovis produce un tipo de tuberculosis que tiene el ganado bovino y se trasmite a través de la ingesta de productos lácteos que no están pausterizados.
“Si alguien va a un concierto y el cantante es tuberculoso es probable que contagie a otros. El artista al cantar avienta las gotitas de saliva donde van las bacterias. Estas ingresan al organismo pudiendo producir en un principio una tos seca durante la mañana, el paciente baja de peso, y después, cuando las lesiones en los pulmones alcanzan los bronquios, la tos se torna productiva, con flema y si hay una gran destrucción del tejido pulmonar va a toser con sangre”.
En otros tipos de tuberculosis, ya sea linfática, cutánea, es decir intestinal, entre otras, Jalisco tiene un acumulado de 19 personas del sexo masculino y 31 del sexo femenino.
Explicó que cuando la tuberculosis es linfática, los ganglios linfáticos se infectan y se producen úlceras. La tuberculosis ósea, por otra parte, es manifestada por molestias y dolor en los huesos, acompañadas con fiebre. Puede ser complicación de una tuberculosis respiratoria.
La tuberculosis cutánea no es muy común. Es adquirida por pacientes que fueron sometidos a procedimientos quirúrgicos para eliminarles parte del abdomen, para ponerse implantes mamarios, por ejemplo. Ocurre cuando los instrumentos quirúrgicos están contaminados. El paciente llega a tener accesos en la piel. Son fistulas que provocan cicatrizaciones y la piel adquiere oquedades.
Explicó que ha habido incrementos de la tuberculosis que se transmite a través de los animales. Principalmente por el consumo de alimentos lácteos que no están pausterizados, como quesos o cremas de rancho. En este caso, la tuberculosis puede presentarse de tipo intestinal: los pacientes presentan una diarrea frecuente o hay cambios en la defecación, el enfermo baja de peso, puede tener fiebre, entre otros síntomas.
La tuberculosis no se ha erradicado. “Digamos que disminuyó su presencia y después incrementó cuando empezó la epidemia del SIDA. A partir de ese momento empezaron los casos de pacientes infectados con el VIH”.
Para prevenir la enfermedad hay que vacunarse. La vacuna protege contra diferentes tipos de tuberculosis. Se necesita una sola dosis al año de edad. Es más probable que ataque a personas de un estrato social bajo, que no tienen una buena alimentación. Personas drogadictas intravenosas y mal nutridas o alcohólicas con un sistema inmunológico bajo, así como gente que trabaja en hospitales o laboratorios manipulando muestras de pacientes tuberculosos corren riesgo de adquirirla.
La enfermedad es curable si es tratada en etapas tempranas. Los pacientes tienen que seguir al pie de la letra el tratamiento que el médico les indica. Estos son largos, arriba de los seis meses. La falta de disciplina puede provocar que las bacterias se hagan muy resistentes. Un tratamiento adecuado, un diagnóstico a tiempo y la persistencia del paciente provocan que todas las tuberculosis sean curables.
Guadalajara, Jal., 23 de abril de 2013
Texto: Martha Eva Loera
Fotografía: Internet
Edición de noticias en la web: Lupita Cárdenas Cuevas