El cambio climático traerá lluvias más intensas e inundaciones a la ZMG

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Ante eso, urge crear estrategias de captación y aprovechamiento

“En materia de agua, a Jalisco no le pinta bien”, advirtió el especialista de la UdeG José Arturo Gleason Espíndola. Al sobreexplotar mantos acuíferos y urbanizar sin planeación, habrá menos captación del vital líquido, y por tanto, una menor disposición. Además, durante las lluvias se darán más escurrimientos, lo que aumentará las inundaciones.

 El doctor en Urbanismo del CUAAD destacó que hay una variable alarmante no considerada en estudios hidrológicos: el cambio climático. Este fenómeno traerá lluvias más intensas en menos tiempo. Recordó las recientes inundaciones en Monterrey generadas por el Huracán Alex, que causó lluvias equivalentes a un año en sólo tres días.

Según la Comisión Nacional del Agua, la precipitación media anual en la ZMG sobre todo durante el temporal de lluvias es de 800 a 900 milímetros. “¿La Zona Metropolitana de Guadalajara está preparada para enfrentar un aumento de las lluvias en menos tiempo? Si los drenajes que tenemos ahorita, con una lluvia de 10 o 15 minutos, ya están llenos”, indicó.

Ante estudiantes y público en general que abarrotaron el Museo Regional de Guadalajara, Gleason Espíndola subrayó: es vital entender el funcionamiento del agua en la naturaleza con el fin de establecer estrategias, tecnología y cambios culturales o de percepción para captarla y aprovecharla.

 "Todos conocemos lo que es el ciclo del agua. Algo tan simple como la evaporación, la condensación, la precipitación, la infiltración y el escurrimiento, que se da de forma continua permite la vida en la tierra. Sin embargo, es uno de los sistemas que más ignoramos en la práctica, ya que lo modificamos con el crecimiento desmedido de la urbe", advierte.

 En condiciones naturales, 40 por ciento del agua pluvial se evapora, mientras que 50% es infiltrado y 10% escurre. Al urbanizar sin planeación adecuada, el escurrimiento aumenta cinco veces, y por tanto también se ve afectada la infiltración, lo cual habla de un desequilibrio en el ciclo hidrológico.

 “La pregunta de académicos, científicos y técnicos es ¿Cómo hacer para bajar el agua que no se pudo infiltrar? Un drenaje como el que construye en el Distrito Federal, que va 40 metros abajo, de cinco metros de diámetro y cuesta 14 mil millones de pesos, no resolverá el problema, y es difícil que veamos una obra de tal magnitud en la Zona Metropolitana de Guadalajara”, expresó.

 Gleason Espíndola planteó que es vital modificar la idea asociada al desalojo inmediato del agua de lluvia y establecer la captación y aprovechamiento. “No es romántica la idea de que amas de casa saquen las cubetas y capten el agua”, dijo.

 Si la meta es disminuir la fuerza y volumen del escurrimiento, “es necesario infiltrar cierta cantidad, siempre y cuando el suelo me lo permita. Otro principio es disminuir las áreas impermeables, o sea, menos concreto y más espacios verdes. Sin embargo, en nuestro país ocurre lo contrario”, señala.

 También es vital retener el agua en casas y vasos reguladores. Aunque la captación de agua no es la solución total al problema, es vital impulsar otras líneas de trabajo así como un trabajo entre gobierno, académicos y sociedad, a fin de retener el agua en las partes altas de las cuencas y proteger zonas de recarga, evitando construcciones.

 El Centro Universitario de Arte, Arquitectura y Diseño de la UdeG, organizará el Coloquio Internacional de Sistemas de Captación de Agua de Lluvia del 14 al 16 de octubre.

Guadalajara, Jal., 8 de septiembre de 2010.
Texto: Eduardo Carrillo
Fotografía: Abel Hernández
Edición de noticias: Lupita Cárdenas Cuevas