Debilitamiento del peso frente al dólar

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El mercado influye en los ajustes cambiarios, afirma especialista universitario

El estancamiento de las exportaciones, la caída de los precios del petróleo, la desaceleración de la economía mexicana que afecta los flujos de inversión, y el bajo crecimiento de la economía de Estados Unidos, influyen en el debilitamiento del peso mexicano frente al dólar, afirmó Javier Orozco Alvarado, profesor investigador del Centro Universitario de Ciencias Económico Administrativas (CUCEA).

 

El peso sufrió una depreciación. Hace tres meses, un dólar equivalía a 11 pesos; actualmente está por arriba de los 13 pesos. La moneda mexicana estaba sobrevaluada, y ahora el mercado influye en los ajustes cambiarios.

 

Orozco Alvarado explicó que en un sistema de tipo de cambio flexible, es decir, no impuesto por el Banco de México, las condiciones del mercado regulan las fluctuaciones en el tipo de cambio.

 

En México las exportaciones totales están estancadas. La economía entonces no muestra el dinamismo esperado; por lo tanto, genera desconfianza tanto en los inversionistas extranjeros directos como del mercado accionario (bolsa de valores), detalló el también doctor en Economía Internacional por la Universidad de Barcelona. E indicó que tan sólo las exportaciones de mercancías, es decir, no petroleras, han caído 1.12 por ciento entre 2012 y 2013. 

 

De tener un crecimiento de alrededor de 3.9 por ciento el año pasado, la economía mexicana cayó a 3.4 por ciento, y se prevé que esta tasa se conserve para 2014. Esto debido, en parte, a que la economía norteamericana, que es el principal mercado de México tanto en la exportación de petróleo como de mercancías, se ha desacelerado.

 

La depreciación del peso y la apreciación del dólar va a provocar que los productos mexicanos sean más baratos para los consumidores norteamericanos. En la medida en que el peso se debilita las exportaciones son más competitivas. Una expansión en las exportaciones tiende a favorecer el crecimiento económico y, por lo tanto, hay una recuperación en el mercado accionario (bolsa de valores) y en las inversiones productivas.

 

Una vez que crezca la economía y haya una recuperación en la balanza comercial (estado comparativo de las exportaciones e importaciones), podría estabilizarse el peso en los niveles que tenía antes.

 

El investigador del CUCEA señaló que desafortunadamente no hay las condiciones objetivas de competitividad en México. Ésta tiene lugar dentro de la economía mexicana sólo cuando hay una depreciación del peso. “Tenemos deficiencias en materia de transporte, de infraestructura para el mercado de exportación; en la productividad industrial por falta de desarrollo tecnológico y baja competitividad en la producción de energéticos, tanto electricidad como gasolinas”. Son muchos los factores que tendrían que reforzarse para que la competitividad de la economía mexicana no dependa del deterioro de la moneda nacional frente al dólar. 

 

 

 

Guadalajara, Jal., 25 de junio de 2013 

Texto:  Martha Eva Loera

Fotografía: Internet

Edición de noticias en la web: Carlos Márquez García