Contaminadas todas las fuentes de agua de la ZMG

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Investigador universitario demanda cambios en funcionarios, normatividad y gestión del agua en Guadalajara

Caducos, ineficientes y con graves daños estructurales se encuentran los siete mil 500 kilómetros de redes de distribución de agua potable en la zona metropolitana de Guadalajara (ZMG), lo que provoca que casi la mitad del vital líquido, 43 por ciento, se pierda en el trayecto, señaló el profesor investigador del Centro Universitario de Arte, Arquitectura y Diseño (CUAAD), de la Universidad de Guadalajara, José Arturo Gleason Espíndola, como parte de su conferencia “Hacia una gestión sustentable del agua en la ZMG” que dictará esta noche, en el museo Regional.

Añade que las redes de distribución de la ZMG presentan fugas porque hay drenaje viejo y obsoleto, algunos que datan de hace más de 100 años, como el de San Juan de Dios, que están colapsados, abandonados, y que ya no funcionan por las intervenciones o modificaciones que han hecho debido a los cambios de vialidades. “Un tubo, entre más recovecos tenga, más fugas presenta y el agua no corre de manera fluida y libre. Lo peor del caso es que desconocemos cuántas están dañadas porque no están monitoreadas”.

Otro grave problema es que “todas las fuentes de abastecimiento de agua potable están contaminadas, y es más difícil tener agua limpia, por lo que hay que utilizar cada vez más químicos, más cloro, porque está sucia. Aunado a lo anterior, todas las aguas que producen los manantiales que tenemos en la ZMG se van al drenaje. Hemos invadido Colomitos y otros manantiales importantes, que no son aprovechados porque el agua es desperdiciada.

”Mi propuesta es primero arreglar lo que ya tenemos, ponerlo al día, porque no es posible seguir viviendo con una infraestructura rebasada, de tercera, dándonos agua de mala calidad, o inundándonos cada día que llueve, por lo que hay que repararla. Ninguna planeación de traer más agua será eficaz cuando vas a terminar por tirar el agua. Otra acción a favor sería aprovechar el agua de lluvia, que en Guadalajara es aproximadamente de 300 millones de metros cúbicos de agua al año, y que 55 por ciento circula por las calles sin destino y termina en el drenaje”.

Gleason Espíndola señaló que también otro capítulo sería modificar el ejercicio público del manejo y administración del agua, por lo que es necesario renovar las instituciones que operan el agua y sus funcionarios, “pues muchos de los que ahí trabajan lo hacen con vicios y los perfiles de los dirigentes no tienen ninguna relación ni remota idea de lo que hay que hacer. Luego terminan con proyectos como Arcediano, que son de poca calidad  y visión y dejan de lado la reparación de la red.

”Aunado a lo anterior habría que cambiar o modificar la gestión, la normatividad, las leyes y reglamentos. Una vez que esto sea modificado, entonces podemos intervenir en lo social y la educación de la gente sobre el uso eficiente de los recursos. Una sociedad informada puede participar en un proyecto, pero mientras no se repare lo anterior, las acciones para mejorar el uso y abastecimiento del agua, con una gestión sustentable, será bastante difícil”.

Guadalajara, Jal., 22 de septiembre de 2009
Texto: Juan Carrillo Armenta
Fotografía: Internet
Edición de noticias: LCC Lupita Cárdenas Cuevas

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