Conmemoran 50 aniversario de la nueva Escuela de Medicina

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Con seminario de Ruy Pérez Tamayo, reconocimientos a directores y coordinadores de medicina y concierto sinfónico

El 15 de mayo de 1962 abrió sus puertas la nueva Escuela de Medicina de la Universidad de Guadalajara “inaugurada por el entonces presidente de la República Adolfo López Mateos. Fue un día feliz porque fue un momento largamente acariciado y dio comienzo una grata tarea”, dijo el doctor Abel Hernández Chávez, quien habló en representación de los directores y coordinadores de la licenciatura en medicina del Centro Universitario de Ciencias de la Salud que fueron homenajeados.
 
Cincuenta eslabones de años que unen aquella hora “que estamos viviendo”. “Desde esa fecha hemos crecido todos y no hemos dejado de crecer un solo día en trabajo, en servicio, en capacidad creadora, nivel científico, también podría añadir en amor de alumnos con sus profesores”, agregó Hernández Chávez.
 
Recordó las palabras del doctor Roberto Mendiola Orta, entonces rector de la Universidad de Guadalajara el día de la inauguración: “necesitamos hacer ciencia, crear ciencia nosotros mismos transformándonos y no pasando la vida repitiendo las verdades y los errores que nos legaron otras generaciones. Mientras no hagamos eso, seremos los eternos ignorados del mundo de la medicina y viviremos del coloniaje intelectual, por todo eso, nuestra obligación primera es disponer de los recursos necesarios y suficientes para continuar con el proyecto infinito de formar siempre a los mejores médicos”.
 
Antes, el actual coordinador de la carrera, doctor Eduardo Gómez le dio la bienvenida a los invitados especiales como el exrector de la universidad, arquitecto Jorge Enrique Zambrano Villa, el secretario de Salud del estado Antonio Muñoz, el doctor Ruy Pérez Tamayo, entre otros. Hoy estamos de plácemes porque festejamos el 50 aniversario de nuestra nueva Escuela de Medicina, “con instalaciones versátiles y contemporáneas consideradas ideales para cursar los primeros años de la carrera donde se desarrollarían las ciencias básicas”, dijo Gómez.
 
Informó Eduardo Gómez que la nueva Escuela de Medicina se construyó por instancias del rector Roberto Mendiola Orta, “hombre visionario que supo identificar las necesidades sociales y universitarias de su tiempo”.
 
“Debemos advertir que la grandeza de la Universidad de Guadalajara no es sólo por sus edificaciones sino por la grandeza de su gente; hablamos de quienes fundaron, condujeron y conducen sus destinos; trabajaron y trabajan en el proceso de enseñanza, sus alumnos y egresados; quienes a través de sus actos, aportaciones, calidad moral y humanismo enaltecen el nombre de la Universidad de Guadalajara”, indicó.
 
Por su parte el secretario de Salud del estado de Jalisco, Antonio Muñoz Serrano dijo que hablar de la fundación de la escuela de medicina es hablar de la historia del estado de Jalisco, es “hablar de hombres visionarios como el Dr. Roberto Mendiola Orta. Hoy Jalisco puede hablar con orgullo de la Universidad de Guadalajara porque la facultad de medicina es un referente en toda la República Mexicana. Por eso nos sentimos orgullos quienes egresamos de esta escuela”.
 
También el rector del Centro Universitario de Ciencias de la Salud, Héctor Raúl Pérez Gómez señaló que “en este centro universitario hemos hecho la tarea que nos legaron nuestros maestros al convertirnos en el centro universitario con los mejores indicadores de calidad en sus programas educativos”.
 
Acto seguido se les entregó un reconocimiento a quienes fueron directores y coordinadores del programa educativo de medicina. Entre ellos a los familiares de quienes ya fallecieron. La señora Estelita, esposa del doctor Mendiola Orta, fue ovacionada. Posteriormente se develó la placa que será instalada en la entrada de la oficina de la dirección de la coordinación de la carrera de medicina.
 
Finalizó el acto con un concierto de la Orquesta Sinfónica Juvenil de Zapopan y el Coro Municipal de Zapopan que estuvo bajo la batuta del maestro Francisco Orozco López. La orquesta emocionó al interpretar obras de Aramis como la Obertura el Murciélago; el Coro de los Herreros y el Brindis de la ópera la Traviata de Verdi, Huapango de Moncayo, South Pacific de Rodgers; O fortuna “Carmina Burana” de Orff y culminó con el final de la Novena Sinfonía de Beethoven.

Guadalajara, Jal., 23 de mayo de 2012
Texto y fotografía: CUCS
Edición de noticias en la web: Lupita Cárdenas Cuevas