Norman Manea abrió el Salón Literario de la 30 edición de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL), acto que convirtió en un encuentro con sus lectores, al hablarles de su infancia y su "milagroso alumbramiento" de sus experiencias, en los campos de concentración y otras cicatrices que han marcado su vida.
“El Salón Literario es el espacio de la feria en el que se reconoce la obra de grandes escritores", dijo el presidente de la FIL, licenciado Raúl Padilla López.
La actividad realizada este domingo en el Salón Juan Rulfo de la feria, lleva el nombre Carlos Fuentes. Por ello, Norman Menea recibió la insignia que lleva el nombre del escritor mexicano.
Durante su discurso, el Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances abundó sobre su concepción de una realidad cotidiana como "el exilio global, una experiencia humana" y sobre la censura, o lo que califica como "la policía de la palabra".
"El exilio global se ha convertido en una realidad cotidiana. Las recientes migraciones nos recuerdan esta perturbadora dinámica, que es una oportunidad de revitalización", dijo.
Presentado por la estudiosa y crítica literaria, Mercedes Monmany, Norman Menea se dirigió al público en su idioma natal, rumano, "la lengua en la que nací, exiliada conmigo".
Como escritor universal y autor de más de 20 novelas, que prácticamente han sido traducidas a un número igual de lenguas, hoy en día considera que "la escritura puede convertirse en una tarea excesivamente sería".
A T E N T A M E N T E
"Piensa y Trabaja"
Guadalajara, Jal., 27 de noviembre de 2016
Texto: Wendy Aceves
Fotografía: Mariana Hernández León