Advierte especialista de la UdeG que el Volcán de Colima no explotó, pero sí registra actividad

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Ante la actividad que registra deben tomarse medidas de precaución

La caída de ceniza, los flujos piroclásticos y los de lodo y roca a consecuencia de la actividad que registra el Volcán de Colima pueden ser peligrosos para la salud y seguridad de la ciudadanía, de ahí la importancia de que tomen medidas preventivas, aseguró el maestro en Ciencias Carlos Suárez Plascencia, jefe del Departamento de Geografía y Ordenación Territorial del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH).
 
Observó que algunos medios calificaron la actividad volcánica del Colima como una explosión, lo que es impreciso, ya que una explosión ocurre cuando se acumula gas dentro del conducto volcánico, se comprime y llega un momento que avienta o arroja rocas, gases y ceniza a gran velocidad. “No hay explosiones en el Volcán de Colima. Éste año han sido muy esporádicas”.
 
Dijo que son tres los procesos que están ocurriendo en el volcán: 1.- la desgasificación en la cima, ya que están saliendo gases volcánicos acompañados de ceniza a muy alta presión, de ahí que caiga ceniza en el sector oeste y suroeste del volcán; 2.- derrame de lava, y 3-Del derrame sur, el derrumbe genera flujos piroclásticos.
 
Especificó que la ceniza afectó el sábado la zona suroeste, donde se encuentran las poblaciones La Yerbabuena, La Becerrera, El Jabalí y San Antonio, en Colima, y en el lado oeste, en Jalisco, resultaron afectados  Zapotitlán de Vadillo y San José del Carmen.
 
Detalló que los flujos piroclásticos, son nubes de ceniza con muy alta temperatura que se movilizan rápidamente ladera abajo y puede alcanzar distancias de siete a nueve kilómetros en cuestión de segundos, eso puede ser muy letal. Los flujos se emplazan por las barrancas, pero tienen la característica de poder brincarlas  y seguir su camino hacia la parte baja.  Hay una fracción de material más ligera que forma ceniza y se desplaza gracias el viento y puede bañar amplias zonas.
 
Explicó que los flujos piroclásticos  vistos el viernes y el sábado alcanzaron distancias de siete kilómetros el primer día y de ocho a nueve kilómetros el segundo día. Eso orilló que se recomendara a Protección Civil ampliar el perímetro de exclusión de 7.5 kilómetros a 12 kilómetros de distancia del cráter del volcán. Es decir nadie puede estar dentro de ese último radio.
 
Otro peligro lo encierra el material, ceniza y roca suelta que al llover puede formar los llamados lahares, que son flujos de lodo y roca que pueden afectar las localidades cercanas a la carretera o a ésta.
 
El académico de la UdeG recomendó a las personas que tengan que circular en carreteras cercanas al volcán de Colima, bajen la velocidad, prendan las luces y manejen con precaución ya que la ceniza pudiera estar cubriendo la carretera. Si circulan muy rápido pueden levantarla.
 
En los lugares donde cae ceniza, recomendó a la ciudadanía no salir de sus casas, y si tienen que hacerlo, deberán usar tapabocas o un trapo húmedo que proteja las vías respiratorias, lentes para proteger los ojos y usar gorra, además deben cubrir sus depósitos de agua, tanto para consumo humano como  animal.
 
El académico advirtió: “Las cenizas son muy agresivas, es roca pulverizada por la actividad del volcán, son como agujitas, que si van a dar a las vías respiratorias pueden generar lesiones, además las partículas de ceniza están impregnadas de gases volcánicos, como ácido sulfúrico, ácido fluorhídrico y azufre que podrían generar problemas de intoxicación y dañar la salud de manera progresiva”.
 
 
A T E N TA M E N T E
“Piensa y Trabaja”

Guadalajara, Jal., 12 de julio 2015
 
Texto: Martha Eva Loera
Fotografía: Abraham Aréchiga