Una ficción, el programa de seguridad de Felipe Calderón

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A estas alturas son ya mayores los costos que los beneficios que trae para el país utilizar la fuerza armada militar

Las políticas en materia de seguridad adoptadas por el presidente de México, Felipe Calderón, a 10 días de haber tomado la dirección del país, que consistieron en “recuperar los espacios públicos”, han sido ineficientes y sólo una “simulación o ficción”, coincidieron este medio día en rueda de prensa investigadores del Cuerpo Académico Derechos Humanos y Estado de Derecho, del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH), de la Universidad de Guadalajara.

Arturo Villarroel Palos mencionó que las causas más importantes de la violencia que vive el país, van desde el agotado modelo de justicia penal que hay en México, que data de tiempo de Porfirio Díaz, al resabio que dejó la incompetencia y fracaso de la política sectorial de seguridad durante la presidencia de Vicente Fox, “que fue precisamente durante su mandato, que hizo crisis la seguridad en México por la corrupción que imperó en los cuerpos policiales”.

Mencionó que otro factor primordial que ha desencadenado la situación de violencia en México es la impunidad, que llega a 98.3 por ciento, además de alrededor de 123 mil deserciones de militares durante los años 2000 a 2006, que luego conformarían los grupos fuera de control, como los llamados Zetas.

Marcos Pablo Moloeznick comentó que la única respuesta que ha habido por parte de las estrategias de Felipe Calderón para combatir a la delincuencia ha sido la militarización de la seguridad pública, “cuyos costos empiezan a ser mayores que los beneficios que pueda aportar el ejército mexicano, por el desgaste que ha tenido hasta en los propios uniformados”.

Agregó que otras de las estrategias erróneas adoptadas por el gobierno federal para la recuperación de los espacios públicos ha sido la demostración del uso indiscriminado de la fuerza, sin tomar en cuenta una estrategia clara del espacio y del tiempo, que a estas alturas “puede prolongarse indefinidamente”, además de que ha privilegiado la cantidad por la calidad con la que deberían contar los cuerpos de seguridad, y la internacionalización en materia de seguridad, como han sido las extradiciones de los delincuentes a Estados Unidos y la Iniciativa Mérida.

Dante Haro Reyes agregó que como parte de las recomendaciones que ellos harían para atajar la inseguridad que priva en el país está, en primer lugar, contar con indicadores claros, tanto en metas como en tiempos, acerca de la seguridad nacional, además de contar con una estrategia integral de los objetivos que persiguen. También deberían, aseguró, empezar una desmilitarización escalonada, hacer un recambio de funcionarios que han demostrado su ineptitud, así como una reforma penal que incluya la depuración y profesionalización del sistema de justicia penal en México.

Guadalajara, Jal., 30 de septiembre de 2008
Texto: Juan Carrillo
Fotografía: Adriana González
Edición de noticias: Miriam E. Vargas Garibaldi