Jóvenes mexicanos empiezan a fumar desde los 16 años

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El hábito ocasiona riesgos pulmonares y cardiovasculares asociados, por lo que investigadores de la UdeG piden aumentar la edad mínima para fumar

Los jóvenes mexicanos empiezan a fumar desde los 16 años, a pesar de que la venta de cigarros está prohibida a menores de edad, y en promedio consumen nueve cigarrillos al día, indicó el Coordinador de la carrera en Técnico Superior Universitario Terapia Respiratoria, del Centro Universitario de Ciencias de la Salud (CUCS), doctor Gerardo Rojas Sánchez.
 
Ante ese panorama, Rojas Sánchez y el investigador del Departamento de Fisiología del CUCS, doctor David Cardona Müller, pidieron reforzar las políticas públicas para evitar los riesgos asociados con el tabaquismo y aumentar la edad mínima para fumar, es decir que la venta de cigarros se permita, en lugar de los 18, a partir de los 25 años.
 
El riesgo de fumar y hacerlo a edades tempranas aumenta los riesgos, porque el tabaquismo está asociado con más de 50 enfermedades; los principales daños se presentan en el pulmón, pero también a nivel cerebrovascular e infarto agudo de miocardio, expresó este jueves durante una rueda de prensa en el marco del Día Mundial sin Tabaco.
 
Rojas Sánchez enfatizó que la Organización Mundial de la Salud (OMS) clasifica el tabaquismo como una enfermedad adictiva crónica, ya que tan sólo un cigarro puede tener hasta cuatro mil sustancias, una de éstas es la nicotina, que es más adictiva que la cocaína.
 
En el mundo, el tabaco mata a más de 7 millones de personas al año, de las cuales 6 millones son consumidores directos y alrededor de 890 mil son personas expuestas al humo ajeno. La prevalencia del consumo de tabaco en México es de 17 millones de personas.
 
Cardona Müller, indicó que 50 por ciento de las personas que fuman tienen la posibilidad de morir de forma prematura por males cardiovasculares, cáncer u otra complicación asociada con el tabaquismo.
 
Añadió que otra de las sustancias que ingresan al organismo por fumar es el monóxido de carbono, que causa en el cuerpo problemas para oxigenarse y la muerte de células.
 
La nicotina, por su parte, aumenta la presión arterial y la frecuencia cardiaca. Provoca que los vasos sanguíneos del cuerpo, en especial del corazón, se cierren, lo que evita el paso de la sangre. Además, el tabaquismo crónico favorece al endurecimiento de las arterias y un aumento del colesterol malo.
 
La UdeG, a través del CUCS, tiene un Instituto de Terapéutica Experimental y Clínica, cuyo propósito es conocer la salud cardiovascular de las personas. Para acudir se requiere una cita en el teléfono: 1058-5200, extensiones 34211 y 34212.
 
Además, posee una Clínica para dejar de fumar, en actividad desde enero de 2017. Sus actividades se enfocan en brindar entre 12 y 14 sesiones para el manejo del estrés y la ansiedad. A la fecha han brindado 299 consultas.
 
La clínica está abierta a la población en general y la comunidad universitaria. Está ubicada en la calle Sierra Nevada 950, colonia Independencia. Mayor información en el teléfono 1058-5200, extensión 34207.
 
 
A t e n t a m e n t e
"Piensa y Trabaja"
Guadalajara, Jalisco, 31 de mayo de 2018

 
Texto: Eduardo Carrillo
Fotografía: Fernanda Velázquez / Miguel Ramírez