En ZMG hay áreas verdes que no cubren ni cinco manzanas de superficie

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Al ser pequeñas y fragmentadas afecta en la captura de contaminantes, la regulación del clima local e infiltración del agua, detalla investigadora de la UdeG

La mayoría de áreas verdes en la Zona Metropolitana de Guadalajara (AMG) son pequeñas y están fragmentadas, aseveró la académica del Centro Universitario de Ciencias Exactas e Ingenierías (CUCEI), de la Universidad de Guadalajara (UdeG), maestra Martha Lilia Espinoza Martínez.
 
Tales espacios se concentran en terrenos menores a cinco mil metros cuadrados, es decir, alrededor de cinco manzanas; algunos incluso no superan los mil metros cuadrados, explicó.
 
Y aunque es importante la diversidad de tamaños, enfatizó que otro problema es que no están vinculadas, esto genera un bajo aprovechamiento de los servicios ecosistémicos como: captura de carbono; regulación del clima local; infiltración del agua, entre otros.
 
“Para un buen aprovechamiento de los servicios ecosistémicos es importante que haya (…) una conexión entre ellas, hablando de andadores, corredores o algunos circuitos que pudieran integrar a las áreas en una red”, apuntó.
 
Al evaluar la temperatura entre una calle con arbolado y otra que no lo tiene, hay una diferencia de 1.4 hasta 4 grados centígrados, por lo que son importantes tanto el arbolado como los jardines, que en este último caso también permiten la filtración de la humedad.
 
La ingeniera química y doctorante en Ciudad, Territorio y Sustentabilidad del CUAAD, apuntó que Guadalajara creció de tal forma que sería difícil destinar más espacios para crear bosques, pero sí es vital impulsar pequeñas áreas verdes interconectadas.
 
Tlaquepaque, Tonalá, Zapopan y Tlajomulco aún tienen la oportunidad de fomentar los bosques y espacios verdes en diversos tamaños que brinden beneficios en clima, estética y bienestar. En todos los casos se pueden impulsar los muros verdes y los huertos urbanos.
 
“Puede haber varias estrategias alternas; por ejemplo, el aprovechamiento de espacios baldíos; que pudiera haber, por ejemplo, una bonificación en el impuesto si se tuviera contemplado como un área verde o vivero; aprovechar las zonas abandonadas; de hecho, hay parques o bosques que están en un abandono total y habría que optimizarlos”, declaró Espinoza Martínez.
 
Denunció que otro problema es que cada institución o grupo social trabaja por su cuenta, por lo que sería interesante la vinculación en torno a las áreas verdes e impulsar la función de los servicios ecosistémicos.
 
La académica del Instituto de Astronomía y Meteorología (IAM) apuntó que falta una mayor planeación, colaboración interinstitucional y social, además de una apuesta por la movilidad no motorizada; así como más estudios con enfoque ambiental sobre la dinámica espacial de áreas verdes y su importancia en términos de temperatura, salud y confort.
 
 
A t e n t a m e n t e
“Piensa y Trabaja”
Guadalajara, Jalisco, 24 abril de 2019

 
Texto: Eduardo Carrillo
Fotografía: COMSOC UdeG