Remoción de iconografía del Tren Ligero contribuye al deterioro de la cultura visual tapatía, advierte especialista del CUAAD

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Estas representaciones gráficas ya no se ven más en los andenes de la Línea 1, sólo al exterior de algunas estaciones

Antes, un golpe de vista bastaba para saber por cuál estación de la Línea 1 del Tren Ligero ibas, mientras estabas en un vagón.
 
Si veías un icono de una arquería de portales sabías que estabas pasando por la estación Atemajac, donde está el mercado; un abanico de rifles te avisaba que estabas en División del Norte, que recuerda el nombre del ejército que encabezó Pancho Villa; un árbol seco te decía que pasabas debajo del Mercado y el Panteón de Mezquitán; y una carroza calandria, que el tren por fin había llegado a avenida Juárez y Federalismo.
 
Cada una de estas representaciones gráficas han dejado de verse en los andenes de las estaciones remodeladas y los mapas del derrotero, para sólo ser identificadas por el nombre de la estación.
 
Esta decisión, aunque parezca menor, repercute en la pérdida de noción histórica y referencia cultural del sitio, así lo señaló el especialista en diseño y cultura visual urbana Omar Alejandro Ruiz Gutiérrez, quien es doctor en Ciudad, Territorio y Sustentabilidad por el Centro Universitario de Arte, Arquitectura y Diseño (CUAAD) de la UdeG.
 
“Ese tipo de códigos visuales que identifican puntos estratégicos de la ciudad adquieren un valor cuando se vuelven referencias de aspectos históricos, cuando eso sucede los lugares obtienen sentido. Pero si eliminas esos códigos, contribuyes a la pérdida del sentido”, explicó.
 
Pero, ¿por qué retiraron los iconos emblemáticos de las estaciones? Al respecto, el Sistema de Tren Eléctrico Urbano (Siteur) dio a conocer, a través de la solicitud de transparencia con folio 06078418, que dichos iconos no fueron eliminados, solamente fueron omitidos tras la remodelación de las estaciones, porque no cabían en el nuevo diseño.
 
“La iconografía no fue modificada, únicamente se realizó la actualización de los diseños de los derroteros y la red Siteur, debido a que a estos fueron agregados los transbordos y las nuevas líneas, motivo por el cual no fue posible incluir los iconos de cada estación, pues esto reduciría el espacio disponible para la información”, detalló la instancia.
 
Pese a que en las áreas comunes recién remodeladas y ampliadas ya no es visible el icono que por décadas identificó a cada una de las 19 estaciones de la Línea 1, Siteur dio a conocer, por medio de la respuesta por transparencia, que aún “puede observarse la iconografía de cada estación en los ingresos o en la parte exterior en el caso de las estaciones de superficie”.
 
Sin embargo, tras un recorrido por la línea se verificó que estaciones como la de Periférico Norte, Dermatológico y Atemajac sólo tienen como distintivo los nombres.
 
En los ingresos subterráneos a Mezquitán, Refugio y Juárez sí aparecen los iconos, incluso en esta última estación fueron colocados tótems luminosos en los que destaca la representación gráfica de la calandria.
 
Para Ruiz Gutiérrez esto no es suficiente, pues “sigue siendo igual de grave. Ellos sienten que cumplen cuando lo colocan en un lugar donde se puede ver, pero no hay una estrategia de comunicación eficiente, ni tampoco para difundir lo que nos define como tapatíos”, recalcó.
 
“Si no se hace un trabajo de señalización e iconografía de calidad se corre el riesgo de que la gente pierda ya la noción histórica del lugar y la importancia que tenía para la cultura que nos ha dado forma –agregó–. Las generaciones por venir ya no van a tener esa referencia sobre el espacio urbano”.
 
Los iconos y logotipos, aseguró, son importantes porque el impacto que tiene la imagen es una estrategia visual que logra influir en la memoria de la gente. “Se crea un entorno cultural, y ese entorno habla sobre las cosas que están alrededor. Tienen un valor importante porque de alguna manera crean la identidad de la persona”, subrayó.
 
Actualmente las estaciones de la Línea 2 aún mantiene su iconografía, en incluso poseen espacios informativos donde se explica el significado del logotipo.
 
Desconocen origen de las obras
Cuando fue creado el Metro en la Ciudad de México en la década de los 60, le fue encomendado al diseñador norteamericano Lance Wyman la creación de los iconos de las primeras estaciones, ya que había destacado por ser el creador de la imagen gráfica de los Juegos Olímpicos México 1968. Hoy dichas obras son un referente de la cultura visual capitalina, e incluso inspiración para nuevas generaciones de comunicadores gráficos.
 
En el caso de Guadalajara, no se sabe quién fue el creador de la iconografía del Tren Ligero, al menos no Siteur, pues tras preguntarle al respecto, la instancia respondió que desconoce de cuándo datan y quién fue su creador.
 
“No fue labor de esta gerencia la creación o coordinación de dicha iconografía, por lo que no contamos con la información al respecto, ya que ambas líneas fueron entregadas con el material gráfico”, explicaron representantes de Siteur.
 
La realidad es que los iconos de seis estaciones de la Línea 1 datan de 1976, cuando estos sitios fungían como puntos de abordaje de la red de trolebuses que conectaba el Centro de la ciudad con Zapopan, el Panteón Nuevo, Tlaquepaque y Plaza del Sol.
 
Una vez que se creó el Tren Ligero, la iconografía de las estaciones División del Norte, Ávila Camacho, Mezquitán, Refugio, Juárez y Mexicaltzingo se siguió usando. La única estación que cambió de nombre y representación gráfica fue la de Colón, pues fue sustituida por la de Washington.
 
El también Jefe de Vinculación del CUAAD dijo que no existe el interés de transmitir la vocación histórica de los sitios que forman parte de la cultura popular tapatía. “El hecho de que la autoridad desconozca quién los hizo, deja en claro cuál es la importancia que tienen para ellos”, subrayó.
 
Olvidan la ortografía
Siteur también externó que el material gráfico de la Línea 3 ya fue realizado por parte del personal de su área de Comunicación, aunque no especificó si se contempló la creación de iconos para cada una de las 18 nuevas estaciones.
 
Por lo pronto, al exterior de los nuevos y monumentales sitios de abordaje no se aprecia aún icono alguno, pero sí los nombres de éstos sin la tilde correspondiente en las palabras que lo deben llevar por ley gramatical.
 
Es así que, en mayúsculas, se puede leer errores ortográficos como “Avila Camacho”, “Rio Nilo” y “Revolucion”.
 
“En este tipo de proyectos, que tal vez no tienen la misma importancia que una obra grande, los afectados somos los ciudadanos, porque no se hacen con calidad, sólo se hacen para cumplir, para decir que se entregó. Parece ser que los criterios para la entrega de proyectos es si se entregó o no”, externó Ruiz Gutiérrez.
 
Recomendó que para la ejecución de dichos proyectos se contemple a especialistas en materia de comunicación visual y diseño, y que se hagan análisis para atender este tipo de deficiencias con visión crítica. Exhortó a las nuevas administraciones a que pongan atención a estas deficiencias que restan calidad a las obras de movilidad urbana.
 
 
A t e n t a me n t e
"Piensa y Trabaja"
Guadalajara, Jalisco, 13 de diciembre de 2018

 
Texto: Iván Serrano Jauregui
Fotografía: Iván Lara | Iván Serrano