Dan a conocer lo que los tapatíos aman y odian de su ciudad

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Investigadora del CUAAD presenta estudio sobre las identidades urbanas en Guadalajara

El transporte público, la inseguridad del Centro Histórico e incluso los Arcos del Milenio, son algunos elementos de la ciudad de Guadalajara que sus habitantes detestan.
 
En contraste, la fuente de la Minerva, la torta ahogada, la Catedral Metropolitana y la Feria Internacional del Libro son emblemas urbanos que a los tapatíos les hacen sentir más orgullosos.
 
Estos resultados están plasmados en el libro Objetos urbanos simbólicos. Una visión desde la percepción del habitante, escrito por la doctora Livier Olivia Escamilla Galindo, como resultado de su tesis de investigación para el doctorado en Ciudad, Territorio y Sustentabilidad, del Centro Universitario de Arte, Arquitectura y Diseño (CUAAD).
 
La académica señaló que cada localidad genera una identidad a partir de sus objetos urbanísticos, que forjan una personalidad que se determina a partir de la opinión sobre distintos puntos, eventos y tradiciones.
 
“Es un estudio desde una perspectiva etnográfica y netnográfica (estudio de dinámicas de usuarios en la web), que documentó diferentes visiones de los habitantes de la ciudad. Abordo cómo era el desarrollo de un proceso de construcción de estos objetos urbanos desde la percepción visual de los habitantes”, explicó Escamilla Galindo.
 
“Los objetos urbanos se clasifican en positivos y negativos, pues la experiencia previa que el habitante tiene, incide sobre éstos. Entre los positivos se encontró la Minerva, el Paseo Chapultepec, la FIL; entre las expresiones culturales estuvieron la torta ahogada y el tequila; en cuanto a medios de transporte, el uso de la bicicleta”, refirió.
 
Dijo que el Centro Histórico es el objeto urbano que fue clasificado como positivo y negativo a la vez, ya que, a pesar de ser un referente por su historia, los habitantes lo perciben como un entorno inseguro, que huele mal, hay mucha basura y ruido.
 
“En los negativos encontramos una crítica constante hacia el transporte público, específicamente al camión –destacó–. En cuanto a monumentos fueron recurrentes los Arcos del Milenio; algunas explicaciones son que se sabe que es una zona de constante inundación durante el temporal de lluvias, y porque a cierto grupo de personas se le quedó el recuerdo de que en ese cruce fue encontrada una camioneta con cuerpos”.
 
Además, detalló Escamilla Galindo, en los grupos focales del estudio identificó que la percepción estética de estos arcos no era algo que les gustara, principalmente por el color, que fue calificado como amarillo chillante.
 
“Es un resultado muy confrontado porque, finalmente, el habitante sí está consciente de todo lo bueno que hay en su ciudad, así como de lo negativo y lo que le hace falta para tener una mejora en su calidad de vida”, abundó la investigadora.
 
Otros que fueron identificados como negativos son la zona de San Juan de Dios y la Expo Ganadera, la explicación de esta última radica en que se encuentra en una zona alejada del Centro.
 
El lago de Chapala, las Fiestas de Octubre y la gastronomía fueron otros objetos urbanos que se relacionan con algo positivo.
 
Estos resultados fueron captados por medio de tres técnicas de investigación con perspectiva cualitativa. La primera aportación fue por medio de una página web, donde los tapatíos comentaron sobre las cosas que los identificaban; entre éstas estuvieron las costumbres, la forma de hablar, etcétera.
 
El primer grupo de participantes por redes sociales fue de 37, y ellos mismos invitaron a otros a participar; al final, fueron 730 comentarios, que permitieron hacer una clasificación.
 
En la segunda etapa se trabajó con diez grupos focales de entre tres y cinco personas. La última etapa consistió en la aplicación de 150 entrevistas en las zonas Centro de los municipios de Guadalajara, Zapopan, Tonalá y Tlaquepaque. 
 
Esta investigación, expresó, también busca indagar sobre los objetos urbanos que el tapatío identifica en aras del posicionamiento que se busca de la ciudad por medio del marketing. Expresó que muchas veces dichos objetos son establecidos sin conocer la dinámica del habitante con su entorno.
 
“Si se lograra evidenciar el sentido identitario de la ciudad se podría generar una sinergia en aras del bienestar y promoción de la misma ciudad –declaró–. La identidad de las ciudades está en boga, y con estas investigaciones se pueden conocer más sus trasfondos, y poder así promocionarlas desde lo que somos en realidad”.
 
Este estudio se puede conseguir en la librería que se encuentra al interior del CUAAD Huentitán.
 
 
A T E N T A M E N T E
"Piensa y Trabaja"
Guadalajara, Jal., 20 diciembre de 2017

 
Texto: Iván Serrano Jauregui
Fotografía:
Mariana Hernández / Fernanda Velázquez / Paulo Jiménez / Archivo UdeG